Retornar a ti
trayendo mis frutos
y ofrecértelos de manera sencilla
honrándote, a la vez me enraiza y me devuelve al mundo con alas más
desplegadas aún si cabe.
Como una buena madre
me vistes dar a luz
y me acogistes en ti,
acompañando mi crecimiento
mientras me iba conformando.
Y cuando llegó el tiempo
de la partida, en mi huida
me dejastes partir.
Otras tierras me dieron cobijo,
otras gentes fueron mi hogar
y aún así, siempre anhelé
un retorno a ti reconciliada.
Ahora es el tiempo del encuentro,
ahora el tiempo de la cosecha,
ahora en ti me reconozco
y en ti exploro mis raíces.
Eres una buena tierra y
vinistes ya a anidar en mi corazón.
Ahí te llevo,
ahí eres
y desde ahí te expandes
recorriendo conmigo el mundo.
Con toda mi gratitud
a mi tierra natal
Lora del Rio