El camino del corazón Parte I: La salida es hacia dentro

Transcurrìan los dìas de una manera habitual, con todos sus ingredientes. Continuaban los planes, los preparativos, el ajetreo, la intensidad, el disfrute, los cansancios y los apasionamientos, las tareas, los descansos, los encuentros y las despedidas.. . . en fin la vida, la bendita cotidianidad. En un abrir y cerrar de ojos todo se detiene y la Vida, a través de un acontecer inesperado, el coronavirus19, me invita, nos invita, de manera contundente a ir hacia dentro, a guardar un tiempo de cuarentena que hace referencia a los 40 dìas de retiro al desierto de Jesús. En el inicio el caos, la resistencia, la confusión y todas las emociones danzando dentro de mi, con la sensaciòn de que me robaban la trama normal de mi vida. Comienzo a comprender en el devenir de las horas que estoy en un proceso de elaboraciòn emocional y mental de lo que sucede para poder llegar a aceptarlo. Echo de menos la presencia pública de alguien calmando, explicando y ayudando a poder entender lo que está aconteciendo y que siembre esperanza. Y en esa necesidad me siento llamada a hacerlo yo: el ser testigo de lo que vivo y de cómo transcurre todo en mí, me va dando una visiòn más elevada que puedo ofrecer…  Comienzo a vislumbrar que la salida es hacia dentro.