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La autoestima: el sistema inmunológico de nuestra psique

Es una de las palabras que más nombramos con respecto a lo que creemos que tenemos que mejorar, o que otros tienen que mejorar. Aún así desconocemos tanto de ella que la reducimos a prácticas que muchas veces poco o nada tienen que ver con su verdadera esencia.

El amarnos a nosotr@s mism@s es todo un camino cuya andadura abarca toda la vida.

Desde que somos concebidos comenzamos a mirarnos en la mirada que sobre nosotros tienen las personas que forman parte de nuestra familia y su entorno. También tiene una gran influencia sobre la idea que tenemos de quienes somos el entorno socio-cultural en el que venimos a este mundo. No es lo mismo nacer niña en Europa, que en China, que en países árabes….

De como somos mirados, si es que lo somos, de lo que interpretan ver en nosotros, de la atención, la escucha, la manera de disciplinarnos, de como somos acompañados en las vicisitudes que nos acontecen en nuestras vidas y de otros aspectos fundamentales del trato, como son el respeto, la ternura, la seguridad, el no juicio, vamos a ir aprendiendo a relacionarnos con nosotr@s mism@s. Nos vamos a tratar como hemos sido tratados. Así será la calidad del amor que nos profesemos.

Buscar en la vida de las personas alguna figura que fue significativa y que le devolvió un reflejo más nítido de sí, con un amor más del bueno, más incondicional y verdadero es fundamental para rescatar experiencias que comenzaron a nutrir la autoestima en el inicio de la vida, en la infancia y/o en la adolescencia.

La psicoterapia es un espacio donde se hace posible el crecimiento y maduración del amor a un@ mism@, ofreciendo una experiencia correctora, a través del vínculo con el/la terapeuta, de lo que cada paciente trae grabado en su inconsciente con respecto a sì mism@.

Amarse es cuidarse, respetarse, saber escuchar necesidades propias y cubrirlas, desarrollar dones y potencial, llevar a cabo procesos de conocimiento de si, sanación e integración, aprender a calmarse, fortalecerse, aceptar la pequeñez y la grandeza, reconocer aspectos de la sombra e irlos integrando, custodiar la intimidad, saber poner límites a los demás, expresarse con asertividad, reconocer lo valioso de si mism@, poder aceptar de otros una visión buena sobre nosotr@s, al igual que críticas constructivas, ir atreviendose a mostrar más y más la verdadera identidad, desarrollar la creatividad para expresar la esencia, ofrecer lo mejor de nosotr@s en los trabajos y servicios de voluntariado en los que estemos implicados, cultivar la interioridad, abrirnos a la trascendencia….

Todo en la vida de una persona refleja cómo se relaciona con ella misma. Así de esencial es esta aventura de amarse.

Como con todo lo importante, hay que aprender a nutrir nuestra autoestima para que goce de “buena salud”, a través de relaciones sanas, trabajos vocacionales, lecturas, películas, músicas, espectáculos de teatro, de danza y seminarios que permitan además del disfrute, el desarrollo de los aspectos fundantes como son la belleza y la sabiduría, actividades creativas y cuidado necesario del cuerpo, cultivo de la vida interior.

Somos muy valios@s, somos únic@s, amarnos es un acto re-evolucionario por que su onda expansiva hace posible el desarrollo del ser que nos habita, contribuyendo a la manifestación de la nueva humanidad.

2 comentarios

  1. Sara

    Una vez más guardado para tenerlo muy presente siempre. Una vez más llega en l momento oportuno, para refrescar recordar e integrar. GRACIAS!! Un abrazo grande.

    • Magdalena Rodriguez

      Muchas gracias Sara por tu comentario. Me alegra lo que compartes de tu resonar con esta entrada y de que haya llegado en un momento oportuno para ti. Una sana autoestima garantiza la salud en todos los aspectos importantes de nuestra vida. Un abrazo grande

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